.

.

Religión y creencias

La religión romana consistía, igual que entre los griegos, más en un conjunto de cultos que en un cuerpo de doctrinas. Había dos clases de cultos: los del hogar, que unían estrechamente a la familia, y los públicos, que estimulaban el patriotismo y el respeto al Estado. En la época imperial se añadiría el culto al emperador. En términos generales, se trataba de una religión tolerante hacia todas las religiones extranjeras, pues los romanos acogieron a dioses griegos, egipcios, frigios, etc. También era una religión contractual, pues las plegarias y ofrendas se hacían a modo de pacto con los dioes, es decir, para recibir favores, y si el creyente entendía que la divinidad no cumplía, dejaba de rendirle culto.

La religión romana era bastante compleja; con un gran sentido utilitario al servicio de los individuos y del estado.  A diferencia de las grandes religiones que conocemos en la cultura occidental –judaísmo, cristianismo e islamismo-, la religión romana ni es monoteísta –“de un solo dios”- ni tiene un libro que rija sus preceptos religiosos, creencias, fe, o recoja sus mitos y dogmas –como ocurre con la Torah entre los judíos, la Biblia entre los cristinos o el Corán con los islámicos-.  Además, carente de moral, la religión romana realizaba de manera general sus ritos y sacrificios con el objetivo de obtener un beneficio de los dioses, y este carácter funcional favoreció la adopción de nuevas divinidades procedentes de otros territorios.

El politeísmo de los romanos era en cierto modo exagerado; divinidades protectoras para cada una de sus actividades e incluso para sus objetos más importantes; se ha llegado a calcular que eran considerados divinos unos 30.000 entes, muchos de ellos meras personificaciones de trabajos u otros aspectos de la vida romana.  Por ejemplo, Jano era el dios de los portales, Silvano el dios de los bosques y Fauno el de lo silvestre; divinidades agrícolas eran Consus –“almacenamiento”-, Pales –“diosa de las manadas y rebaños- o Robigo –“tizón”-; y así hasta perder la cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario